sábado, 1 de mayo de 2021

En el Lago del Marqués

Papel incierto y vacío 
que llevas siempre mi llanto
pero sin pensarlo tanto 
como re-pienso lo mío. 
La mirada que desvío 
buscando acaso un aliento
se regresa en el momento 
en que surge la verdad: 
ya no hay ni la mitad 
del mentado sentimiento. 

Pasan corriendo las horas 
y no encuentro una esperanza, 
ni un gramito de confianza 
en que esta vaina mejora; 
y hablo con usted, señora, 
aunque el mote me la asuste, 
lo que pasa es que este ajuste 
al que ahora me someto
-me perdona lo indiscreto- 
no es mucho lo que me guste. 

Suponiendo que en la vida 
las respuestas llegan luego, 
el excluirme del juego 
fue inesperada movida, 
no ve pues que ahí en seguida 
de que usted me despachara 
ya tenía en la cuchara 
una de esas pastillitas... 
mas tranquila... tranquilita... 
dijo un dios que me esperara. 

La distancia, como el vino,
se sienta en silencio, y crece, 
con años se fortalece 
sin tomar ningún camino. 
Así mismo me imagino 
el recuerdo en la laguna, 
cuando brindamos a una, 
con la risa interminable 
del amor incuestionable, 
de mirarnos la fortuna.

Me despido sin salir 
pero salgo de la historia. 
Aquí van, en mi memoria 
los futuros por venir, 
paisajes a los que ir... 
lo demás, en mi cabeza 
guardaré con tal destreza, 
que siempre me importe más 
que por fin halle la paz, 
y se acabe su tristeza.

01/05/2021




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