Federico

Acompáñame Chopin...
con tus notas tan alegres,
con la lluvia que me encanta,
con esta feliz tristeza,

con la rabia que cargamos,
con tu alegre soledad,
con un amor encerrado,
con tu angustia...tan tranquila.

Acompáñame y sálvame
de escapar de mis enigmas,
de creer en los humanos,
de entregar mi amor al aire,

de no ser la perfección,
de vender mi corazón,
de tener sólo una idea,
de lanzarme a la corriente.

¡Ay Federico! ¡Ayúdame!
Si pudiera ser tu piano,
si pudiera ser un libro,
si pudiera sólo ser

una canción en tu mente,
una lágrima en tu rostro...
Acompáñame Chopin
que yo sólo no podría.

Mayo 5 de 2010

Avión...ón...ón

No sé si con emoción,
o más bien con confusión
revivo la sensación
de montar en un avión
de elevada elevación.

Ojalá con decisión
y ausente de dilación
tenga determinación
y llegue a su posición
y no a descomposición.

Estando en tal situación
no me queda más opción:
Dejar, con admiración,
y absorto en la observación
que el cielo, sin condición
regale a este corazón
esta hermosa sensación:
ver el negro en expansión...

Marzo 19 de 2010

Escrito Suelto II

Ay, qué sería del mundo

si no pudiera tener

música para poner...

Ése sí es un mundo inmundo

¿Qué importarían las guerras

si ya no hubiera cantantes?

¿Acaso en toda la tierra

hay algo más importante?

No señores, ni lo piensen.

La música, en verdad

es la sóla realidad

de toda la humanidad.

Y nada más. Era todo.

Oigan mi humilde consejo:

Rasque un poquito el pellejo,

dése un golpe con el codo...

Así nadie llega a viejo.

La Música, sí, la música.

No hay ningún otro modo.

Junio 15 de 2011

Escrito Suelto I

Viene siendo esta, la carta

de un aspirante a tenor

que nunca se harta

y quiebra todo temor.

Esta pequeña persona

que relata lo que lees,

no sabe escribir chaconas;

y escribe mucho, ¿lo crees?

En tal caso yo me encuentro

incapacitado en pluma.

No importa: voy para adentro

aunque la labor me abruma.

¡Qué alegre estoy de escribir!

Confieso, me siento libre,

todo lo puedo decir

siendo un novato felibre.

Y así termina otro

de tantos escritos sueltos,

indómitos como el potro

del poeta que me he vuelto.

Febrero 28 de 2011

Una Nota

Es esta una nota de nota,

una nota que nota lo que noto

que no todo es nota,

que la nota no tá!

que noto que nada se nota

y que nadie nota que no me notan.

Es esta una nota de nota

es una nota que denota lo que noto..

que nada ni nadie nota nada

que el mundo neto no nota nada

que notar no es una nota... como esta nota.

Es esta una nota de nota..

nota como otras notas

y otra nota que nunca notas

qué nota sería que notaras mis notas...

¿notas que no notas mi nota, nota que yo si noto?

Es esta una nota de nota

pero antento... anota:

Nota que la nota anota lo que noto

que me notas tanto como notas mis notas..

que noto lo notable...

Que No Me Notas... Y Eso no es una Nota

No Es Una Nota...como esta nota... Que es Una Nota de Nota!

¿Sí Lo Notas?

Septiembre 17 de 2011

Compañera de la Pampa

De tantas cosas que en vida he pensado,

con infinita certeza diré

que nunca, ni un segundo imaginé

que usted resultara ser de mi agrado.

Me causó, compañera, tanto enfado

con sus charlitas tan inoportunas,

que no ha de caberle duda ninguna...

En una sola palabra: ¡MAMADO!

Y aún así, le voy a confesar

sin temor de llegar a equivocarme

que en mi escenario, usted dejó su estampa.

Ya las reglas me obligan a acabar,

pero sepa, que aún para joderme...

La extraño, Compañera de la Pampa.

Junio 15 de 2011

 

Soneto con Una Salvedad (DE EDUARDO CARRANZA)

Todo está bien: el verde en la pradera,
el aire con su silbo de diamante
y en el aire la rama dibujante
y por la luz arriba la palmera.

Todo está bien: la frente que me espera,
el azul con su cielo caminante,
el rojo húmedo en la boca amante
y el viento de la patria en la bandera.

Bien que sea entre sueños el infante,
que sea enero azul y que yo cante.
Bien la rosa en su claro palafrén.

Bien está que se viva y que se muera.
El Sol, la Luna, la creación entera,
salvo mi corazón, todo está bien.

Es Melancolía (DE EDUARDO CARRANZA)

Te llamarás silencio en adelante.
Y el sitio que ocupabas en el aire
se llamará melancolía.

Escribiré en el vino rojo un nombre:
el tu nombre que estuvo junto a mi alma
sonriendo entre violetas.

Ahora miro largamente, absorto,
esta mano que anduvo por tu rostro,
que sonó junto a ti.

Esta mano lejana, de otro mundo,
que conoció una rosa y otra rosa,
y el tibio, el lento nácar.

Un día iré a buscarme, iré a buscar
mi fantasma sediento entre los pinos
y la palabra amor.

Te llamaré silencio en adelante.
Lo escribo con la mano que aquel día
iba contigo entre los pinos.

Mujer

Y al final sólo eso será
un ser hermoso e infinito
dedicado a volar mi mente
y a mi corazón deshacerlo
en interminable pasión.

9 de Marzo de 2010