martes, 22 de mayo de 2012

Amar En Mi Propia Defensa

Con ayuda de un Mario inspirador
avanzo por caminos intrincados,
consumidos, incendiados, inflados,
perdidos... pero, al fin, míos.

Hay en mí más necesidad de volar
que de entender a los desentendidos.
Quiero más andar mis mundos invisibles,
perdidos... pero, al fin, míos.

¿Qué sentido tiene seguir siendo yo
cuando hay tantos que pueden serlo?
Quiero ser tú y nosotros y mis sueños...
perdidos... pero, al fin, míos.

¿Dónde irán tantos versos que no escribo?
Tantos pensamientos en desorden, 
irremediablemente extraviados,
perdidos... pero, al fin, míos.

Egoísta, autómata, perezoso, 
burlador con ansias de sevillano,
dueño de mil problemas, unos claros, otros
perdidos... pero, al fin, míos.

Amar en mi propia defensa,
amar en mí tantas personas, 
tantos locos, sicópatas, amantes, 
cantores, actuantes, 
rayadores incesantes de papeles de mi vida, 
tozudos poetas
y otros muchos papeles que juego,
y aún así los amo como defensores míos...
defensores perdidos... pero, al fin, míos.

22/05/2012

domingo, 13 de mayo de 2012

Entre Sábanas Acalambradas

Encuentro entre lo hecho y por hacer,
varios temas revueltos en mi mente,
sinados a esperar eternamente
el momento justo de aparecer.

Puedo, entre tantos propósitos, ver
que hay alguno, desesperadamente
ansioso, que, volviéndose demente,
no quiere más tenerse que esconder.

Y es que el recuerdo de un amanecer
tan henchido de alaridos silentes
ocultos entre sábanas durmientes,
está vivo y fresco en todo mi ser.

La sensación de casi perecer,
el suave caminar de la corriente,
el corazón que explota lentamente,
el abrazo que me hará renacer.

Poesía, canción, mujer, placer,
tomando la mano del inconsciente...
buenas nuevas de un amor que, paciente,
crea lógicas de nunca entender.

Ah, qué feliz el tiempo detener,
descansar en la luna simplemente,
descubrir un mundo tan diferente
y aún así, este afán por volver.

13/05/2012


viernes, 11 de mayo de 2012

Reconocer y Recomenzar

En un intento desesperado
por aclarar un poco la historia
de mi desordenada memoria,
todas mis letras he revisado.

Casi está el trabajo terminado
y aun así se muestra irrisoria
la ilusión de celebrar ¡Victoria!,
porque una cosa había olvidado.

Hay mil amores que no he amado,
no he tenido aún tan grande gloria
que pueda ser tan satisfactoria
pa' decir que todo está contado.

No quisiera quedarme estancado
en una afirmación tan notoria,
y es por eso que la acusatoria
desde este punto se ha transformado.

Volviendo donde había empezado
y no dando más la giratoria,
explico la razón perentoria
de mi escritura haber retomado.

Quiero confesar que me he encontrado,
idas en tanta dedicatoria,
muchas cosas que mi desmemoria
sin querer había abandonado.

Encontré un poema enamorado
y qué sensación contradictoria,
siendo en aquel tiempo de mi euforia
ya no lo encuentro tan de mi agrado;

¡Ah! una "oda" que había logrado
anhelando una recordatoria
que hiciera grande mi vanagloria
entre los que habían intentado.

Y me encontré solo y desalmado,
y me encontré sin escapatoria,
y ahogado ya entre tanta escoria
encontré que me habían matado.

Intención encontré en un pasado
que, con una vida obligatoria,
tuvo una pasión inmeritoria...
y salí al instante de ese estado.

Y aunque mi intención haya cambiado
ya pertenece a la prehistoria
hundirme en la recriminatoria
pasión de todo lo recordado.

Encontré, al final, todo borrado,
envuelto en una declamatoria
falsa y verdadera y sin memoria...
pero qué bien haberlo encontrado.

Y el presente (también revisado)
sólo me enseña una nueva historia
donde empieza una nueva memoria
y un nuevo despertar encantado.

10/05/2012