Ensayar, ensayar, ensayar...
es más llevar tiempo a la basura,
es más estar sentado observando,
es más oír sin ser tentado a escuchar.
Ver cuerpos que flotan con esfuerzo,
esfuerzo perdido por falta de belleza;
ver un cuerpo envidioso de miradas,
miradas que hasta hoy siempre ha atraído.
Un alma intocable y escondida,
cubierta por capas de deseo y ambición
tan igual a tantas miradas que me juzgan
y que lucho por erradicar de mí mismo.
Ensayar, ensayar, ensayar...
en un azul fotográficamente deseable,
ensayar cubiertos de irresponsabilidad,
bañados en ganas de figurar.
Cuando pueda desnudar mi cuerpo
sin temor de desnudar mi alma,
podré, entonces, mostrar un alma
que llena de vida el cuerpo.
20/06/2012