sábado, 8 de mayo de 2021

Hasta la Última Batalla

La pelea más tremenda 
es la que dicen "de uno", 
pero el siempre inoportuno 
mensajito de "entienda", 
no resulta ser enmienda 
por mucho que se quiera, 
porque es cruel la mensajera 
que visita tus oídos, 
y hasta el ego más crecido 
se derrumba ante la espera. 

No hay luz nueva en estos días 
que no tenga aún tu tez, 
no hay un antes y un después, 
y no hay nuevas compañías, 
no hay rescate, ni un mesías 
de este duelo redentor, 
no hay tampoco un salvador 
que me guíe con palabras, 
no hay recuerdo que no abra 
sin envolverme en tu olor.

He entrenado para esto, 
he librado mil batallas, 
he aguantado la metralla, 
el dolor de ser honesto, 
he peleado por mi puesto;
pero el miedo me domina
sin saber si se destina 
el amor para el futuro, 
y es que, al fin, no estoy seguro 
de qué cubre la neblina.

Me defiendo con ahínco 
de los más fieros ataques, 
yo peleo, aunque machaques 
mis abrazos en un brinco, 
yo me planto, yo me afinco; 
mas sucede que, al final, 
la batalla es desigual 
y no vale ni un consejo 
cuando se vuelve el espejo 
tu enemigo más mortal.

Me debato con la vida 
cada minuto que pasa, 
tanta fuerza que rebasa 
mi pausa tan contenida, 
me peleo en la jodida 
realidad de no encontrarte... 
Pelearía en cualquier parte 
de no ser que la pelea 
es que mi alma desea 
salir corriendo y amarte.

08/05/2021



sábado, 1 de mayo de 2021

En el Lago del Marqués

Papel incierto y vacío 
que llevas siempre mi llanto
pero sin pensarlo tanto 
como re-pienso lo mío. 
La mirada que desvío 
buscando acaso un aliento
se regresa en el momento 
en que surge la verdad: 
ya no hay ni la mitad 
del mentado sentimiento. 

Pasan corriendo las horas 
y no encuentro una esperanza, 
ni un gramito de confianza 
en que esta vaina mejora; 
y hablo con usted, señora, 
aunque el mote me la asuste, 
lo que pasa es que este ajuste 
al que ahora me someto
-me perdona lo indiscreto- 
no es mucho lo que me guste. 

Suponiendo que en la vida 
las respuestas llegan luego, 
el excluirme del juego 
fue inesperada movida, 
no ve pues que ahí en seguida 
de que usted me despachara 
ya tenía en la cuchara 
una de esas pastillitas... 
mas tranquila... tranquilita... 
dijo un dios que me esperara. 

La distancia, como el vino,
se sienta en silencio, y crece, 
con años se fortalece 
sin tomar ningún camino. 
Así mismo me imagino 
el recuerdo en la laguna, 
cuando brindamos a una, 
con la risa interminable 
del amor incuestionable, 
de mirarnos la fortuna.

Me despido sin salir 
pero salgo de la historia. 
Aquí van, en mi memoria 
los futuros por venir, 
paisajes a los que ir... 
lo demás, en mi cabeza 
guardaré con tal destreza, 
que siempre me importe más 
que por fin halle la paz, 
y se acabe su tristeza.

01/05/2021