lunes, 18 de noviembre de 2013

Décimas Extraterrestres

Mi décima extraterrestre
promete una descripción 
con detalle y corazón; 
una que sólo demuestre 
esta pasión tan "silvestre"
que ha sabido renacer 
- sin hacérmelo saber- 
por aquella personita 
de mote "brava chiquita" 
(ningún otro ha de tener).

No siendo más la exigencia 
y no habiendo más preámbulos, 
este "poeta" noctámbulo
se aventura con decencia 
a evocar esa presencia 
que ha sido ya mencionada. 
Con melena enmarañada 
va en camino por el mundo 
despistando a un vagabundo 
y a una pequeña malcriada.

Es para ella "cosita" 
la más correcta manera 
de volverse la niñera 
de chiquitos y chiquitas, 
de ingenuos y confiaditas 
que esperan de aquella cosa 
una bromita jocosa, 
un saludo, un abrazo, 
un dulce, en el peor caso... 
¡No tamaña empalagosa!

Sepa ahora el respetable, 
que mis versos negativos 
son, en verdad, atractivos 
de calaña inmejorable; 
así como es admirable 
su manía por llorar.
No se atreva a reprochar 
el torrente en su retrato, 
pues al mismo Río Atrato 
ha llegado a avergonzar. 

Y cómo echar al olvido 
sus locuras tan coquetas 
sus dos pequeñas... chancletas 
ocultas en sus vestidos 
(larguitos o reducidos); 
o su pigmea figura: 
metro y medio de estatura 
en que caben más misterios 
que de veinte cementerios 
toditas sus esculturas.

Es, en fin, pa' terminar 
un bichito encantador 
que me ha hecho el honor 
de dejarse enamorar, 
gozar, fastidiar, amar. 
Y sin la imagen completa 
que podría una paleta 
de colores exponer, 
ésta ha demostrado ser 
cosa de otro planeta.

Gracias por no rendirse conmigo.
18/11/2013